viernes, 15 de mayo de 2015

El choque

Cuando era niño y no tan niño, una de las cosas que siempre me habían despertado la curiosidad y que no llegaba a entender era el tema de la vocación religiosa. Nunca había entendido cual podía ser el mecanismo por el que una persona decidía renunciar a todo y tomar un camino dedicado al bien común (por favor, no confundamos vocación religiosa con iglesia).

Cuando a mi se me dispararon las alarmas y empecé a ver las cosas con otros ojos, interpreté que estaba experimentando algo parecido a eso, lo que algunos llaman un choque consciente. Es el inicio de un cambio progresivo y radical de percepción del entorno.

La programación a que hemos sido sometidos se encarga en muchos casos, de empaquetar esa energía tan positiva y guardarla en el armario de las religiones, donde pueden controlarlas.  

La chispa que encendió mi llama fue simplemente que el destino puso en mis manos lecturas que encajaban más con la realidad que me proponía mi voz interior que con la que me estaban enseñando. De golpe empecé a pensar que no tenía por que aceptar una versión de la realidad con tantas grietas y tan oscura. ¿Por qué aceptar una versión de las cosas sin cuestionarla? 

Una vez iniciado el cambio, la niebla se va disipando y como si aplicases un secador en un espejo entelado, empiezas a ver las cosas con claridad.

El trabajo a hacer es enorme. Somos mucha población. Pero quizás podamos usar sus propias armas contra ellos. Por ejemplo internet nos ha servido, entre otras cosas, para entender el potencial del mecanismo de un virus. Podemos aprovechar esa viralidad para que nuestro despertar se expanda y se "contagie" a más gente. 

martes, 12 de mayo de 2015

el tren

Tengo la sensación de que voy en un tren de alta velocidad y voy viendo cosas por la ventana que me gustaría visitar pero la velocidad del tren hace que no me atreva a bajarme y que no hay paradas y debería hacerlo en marcha

Quiero bajar del tren pero desde pequeño me han enseñado que si me tiro no sobreviviré. Y cada vez estoy más lejos de aquello que quería visitar porque el tren no para.

Asi me siento. Todo se me escapa. Y lo que me gustaría es tirarme.

Memento mori. Así que debería compartirlo todo y no guardar nada para mi. ¿Para qué guardar algo? 

Esta sensación de que todo es mentira, de que esto es una gran obra de teatro convierte en insoportable la incertidumbre de mi existencia. Lucho por encontrar el equilibrio.

He aprendido que soy peor de lo que me pienso. Tenía un concepto muy elevado de mi mismo pero me miro desde fuera y no paro de ver que muchas de las cosas que no me gustan son un reflejo de mi comportamiento. Intento no juzgar a nadie y si lo hago lo detecto y me recrimino.

También he comprobado que no puedo compartir a la ligera mis pensamientos ya que mis amigos creen que se me esta yendo la olla. Al estar tan sumergido en la lectura de muchos documentos que dan una versión diferente de la oficial, por un momento he perdido la perspectiva de que la mayor parte de la gente no comparte estas lecturas y menos lo que significan. 

Además cuando hablo de ello veo que no puedo contener algo parecido a un enfado interior motivado por mi incapacidad de transmitir a todos lo que creo que es un hallazgo sin que me tomen por un conspiranóico.

Así que vuelvo a cerrarme en mis lecturas y a interpretar mi papel en esta película como si esta fuese la realidad intentando ayudar a quien se cruce en mi camino.







jueves, 19 de marzo de 2015

Buscando

Hace poco tuve la oportunidad de leer la carta que escribió el jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos en 1855. He quedado sobrecogido por el contenido de la misma. 


Pienso que en algún momento de la historia algo cambió para reconducirlo todo por un sendero oscuro. 

Siento tristeza por la forma de actuar del género humano. Por nuestra forma de actuar, porque todos somos el mismo. Hay que entenderlo.

Algunos se preocupan por mantener cortocircuitada nuestra conexión con todo. 

No me atrevo a compartir mis pensamientos porque o bien me toman por un chiflado o bien puedo caer en grupos que se dejan llevar por corrientes excesivamente conspirativas rallanas en lo sectario.

En este sentido he encontrado un blog muy interesante al que quizás haré referencia más adelante, en el que se revela mucho conocimiento, pero que a la vez contiene comentarios de algunos seguidores que provocan que me mantenga a una prudencial distancia.

Me considero una persona muy cabal. Sin embargo siento que en los últimos años me ha llegado un conocimiento diferente que ha desintegrado los cimientos de mi educación tradicional. Y me gustaría compartirlo, pero no encuentro con quién. Lo he probado con personas muy cercanas y he visto que es mejor guardar mis pensamientos por el momento.

Efectivamente, nada es lo que parece, pero, ¿como explicarlo sin que te tomen por un paranoico conspirativo? 

Se que la respuesta a todo se encuentra escondida en nosotros, pero aún no sé llegar a ella.